31 julio 2008

Tiempo de descuento


El ministro Aníbal Fernández se reunió con directivos de los clubes porteños y dejó de lado el ultimátum de Castrilli por las butacas. El Sheriff evalúa renunciar.

Patear la pelota es la función principal de todo futbolista dentro de la cancha. Fuera de ella, esa disciplina es de la dirigencia deportiva. Ayer en una amena reunión con el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, los representantes de los clubes de Capital Federal lograron quebrarle el brazo a Javier Castrilli y hacerle minga al ultimátum de poner butacas en el 90% de la capacidad de sus estadios, so pena de no utilizarlos desde el inicio del Apertura. A raíz de este desenlace, el Sheriff evalúa renunciar a su cargo de Subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, decisión que tomaría en los próximos 15 días.

Una pauta de lo que podría ocurrir la dio el ministro antes del cónclave, cuando por radio Continental y sobre el tema aseguró: "Las decisiones en este Ministerio las tomo yo". Y la tomó: los clubes le propusieron presentarle dentro de dos semanas un plan integral de seguridad que entre otros puntos contempla una prórroga de un año para la cuestión butacas, en sintonía con lo dispuesto por la Legislatura porteña siete días atrás. Y el ministro aceptó, contrariando a Castrilli que no quería ceder ni un centímetro más en una reglamentación que en realidad data de 2003 y debía haberse cumplimentado en agosto de 2007.

"La idea es generar desde AFA un proyecto que incluya los nuevos molinetes, las cámaras de seguridad, los operativos, todo. Le expusimos al ministro que Castrilli tiene las mejores intenciones, pero que su pretensión no soluciona nada. Y él entendió nuestra posición", le dijo Luis Segura, presidente de Argentinos, a Olé. "En la práctica, será una prórroga para el tema butacas", reconoció el presidente de San Lorenzo, Rafael Savino, quien junto a su par de Huracán, Carlos Babington, los vices de Boca y River (Oscar Amor Ameal y Julio Macchi respectivamente) y el secretario de Vélez, Julio Baldomar, dieron el presente.

Tratando de disimular su disgusto, Javier Castrilli le aseguró a Olé que "lo que quedó en claro es que el ministro les dijo que presentaran un plan integral y a partir de lo que traigan, se verá cuál es la respuesta", aunque gente cercana al Sheriff confirmó que en una reunión privada, el ex árbitro confió que se sintió desautorizado con una medida que él considera medular para terminar con el poder de las barras dentro de los estadios y que si no se da marcha atrás con este guiño a la dirigencia, pegará el portazo.

Igual, nadie habló de lo más importante: la violencia no se soluciona con o sin butacas, si no liquidando la connivencia de todos los sectores con la barra.



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